sábado, 9 de abril de 2011

La clave del Exito en la producción

La nutrición del aguacatero al igual que en cualquier otra planta, es lo más relevante, lo más importante y lo que determina la buena producción dentro del manejo total. Estamos hablando que la nutrición está por encima del control de plagas y enfermedades ya que es lo que nos determina la sanidad de un árbol y por consecuencia una buena calidad en la producción. Recomendamos a nuestros lectores que nos enfoquemos más ana buena nutrición y en consecuencia tendremos menos problemas de plagas y enfermedades. En nuestro caso en particular tenemos producciones de 30 toneladas por ha a partir del 5to año con una densidad de plantación de 400 árboles/ha. Quieres ser parte del grupo de aguacateros que hacen las cosas de la mejor manera?, entonces unete a nuestro blog y aqui encontrarás las soluciones a tus problemas de nutrición en tu aguacatero. Siguenos, dejanos tus comentarios y/o preguntas y nosotros te apoyaremos a solucionar tus problemas de nutrición.

Cuando las concentraciones de micro y macronutrientes están en rangos deficientes o tóxicos, existen efectos obvios sobre el crecimiento vegetal y la producción, ya que en ambos casos se alteran las funciones normales de la planta. Por ello, entre los rangos de suficiencia de nutrientes, se puede potencialmente influir sobre el crecimiento y la producción, cambiando el nivel de los nutrientes que están disponibles para el árbol. La respuesta del palto a  nutriente específico dependerá de la totalidad inherente del suelo, así como del suministro de otros nutrientes.

Nitrógeno (N)
Se considera que el nitrógeno tiene una fuerte influencia en el crecimiento y la producción de paltos. La deficiencia de nitrógeno restringe el crecimiento de los brotes y los síntomas de ésta influyen la presencia de hojas pequeñas y pálidas y una caída prematura de hojas (Foto Color 1). En el caso de deficiencias aguadas de N, las nervaduras se vuelven amarillas.
Existen varios informes que demuestran un efecto directo del N en la producción (Lynch et al., 1954; Lynch y Goldweber, 1956; Embleton et al., 1959, 1968; Abou Aziz et al., 1975; Young y Koo, 1977; Koen y du Plessis, 1991; Loupassaki, 1998; Winer et al., 1998; Lovatt, 2001). Enbleton et al. (1959) establecieron una relación curvilínea significativa entre el contenido de N en las hojas de .los brotes de primavera muestreadas en el otoño y la producción del palto “Fuerte” en California. La mayor producción de este cultivar, que es potencialmente vigoroso, fue observada cuando el contenido de N foliar fue de 1,8%. Bajo y sobre este nivel de N el rendimiento decayó significativamente.
Mas tarde, Embleton et al. (1968) recomendaron que el contenido de N en las hojas de “Hass” de primavera que fueron muestreadas en otoño, no deberían ser menor a 2,0%, ya que no hay evidencia de que la producción se reduzca con altas aplicaciones de N (≈ 1.800 g N por árbol al año). Sin embargo, existe el riesgo de contaminar las fuentes de agua al aplicar dosis tan altas de N.

Lynch et al. (1954) concluyeron que, de los tres elementos principales (N, P y K), el nitrógeno tiene el efecto más directo sobre la producción de cultivares de raza antillana en Florida. En estudios posteriores, la aplicación de cultivares de raza antillana en Florida. En estudios posteriores, la aplicación de altos niveles de N en árboles del cultivar “Tonnage” en Florida provocaron una baja producción (Young y Koo, 1977). La fertilización con N aumentó la producción de paltos “Fuerte” cultivares en Egipto, Grecia y Sudáfrica (Abou Aziz et al., 1975; Koen y du Plessis, 1991; Loupassaki, 1998). En Israel las producciones de “Hass” también se incrementaron tras una aplicación otoñal de N y P (Winer et al., 1998) y en California, después de una aplicación extra de N en otoño (Lovatt, 2001). Si bien los estudios anteriores citados demostraron la importancia del N en a producción del palto, la mayoría de ellos son difíciles de interpretar en términos absolutos, ya que no se menciona los niveles de los análisis de suelo y de las hojas. Sin embargo, queda claro que los cultivares responsables en forma distintas y esas diferencias deben considerarse en los programas de fertilización nitrogenada.
Fuente: A.W. Whiley et al., 1997.The avocado, Botany, production and Uses, CABI Publishing

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